Hace descender a los ángeles con el Espíritu que procede de Su orden sobre quien
Él quiere de Sus siervos: «¡Advertid que no hay otro dios que Yo! ¡Temedme,
pues!»
Gracias a ella, hace crecer para vosotros los cereales, los olivos, las
palmeras, las vides y toda clase de frutos. Ciertamente, hay en ello un signo
para gente que reflexiona.
Y ha sujetado a vuestro servicio la noche y el día, el sol y la luna. Las
estrellas están sujetas por Su orden. Ciertamente, hay en ello signos para gente
que razona.
Él es Quien ha sujetado el mar para que comáis de él carne fresca y obtengáis de
él adornos que poneros. Y ves que las naves lo surcan. Para que busquéis Su
favor. Quizás, así, seáis agradecidos.
Sus antecesores intrigaron. Alá vino contra los cimientos de su edificio y el
techo se desplomó sobre ellos. Les vino el castigo de donde no lo presentían.
Luego, el día de la Resurrección, Él les avergonzará y dirá: «¿Dónde están Mis
asociados, sobre los que discutíais?» Quienes hayan recibido la Ciencia dirán:
«Hoy la vergüenza y la desgracia caen sobre los infieles,
A los que temieron a Alá se les dirá: «¿Qué ha revelado vuestro Señor?» Dirán:
«Un bien». Quienes obren bien tendrán en la vida de acá una bella recompensa,
pero la Morada de la otra vida será mejor aún. ¡Qué agradable será la Morada de
los que hayan temido a Alá!
¿Qué esperan sino que vengan los ángeles o que venga la orden de tu Señor? Así
hicieron sus antecesores. No fue Alá quien fue injusto con ellos, sino que ellos
lo fueron consigo mismos.
Dirán los asociadores: «Si Alá hubiera querido, ni nosotros ni nuestros padres
habríamos servido nada en lugar de servirle a Él. No habríamos prohibido nada
que Él no hubiera prohibido». Así hicieron sus antecesores. Y ¿qué otra cosa
incumbe a los enviados, sino la transmisión clara?
Mandamos a cada comunidad un enviado: «Servid a Alá y evitad a los taguts». A
algunos de ellos les dirigió Alá, mientras que otros merecieron extraviarse. ¡Id
por la tierra y mirad cómo terminaron los desmentidores!
Han jurado solemnemente por Alá: «¡Alá no resucitará a quien haya muerto!»
¡Claro que sí! Es una promesa que Le obliga, verdad. Pero la mayoría de los
hombres no saben.
A quienes han emigrado por Alá, después de haber sido tratados injustamente,
hemos de procurarles una buena situación en la vida de acá, pero la recompensa
de la otra será mayor aún. Si supieran...
con las pruebas claras y con las Escrituras. A ti también te hemos revelado la
Amonestación para que expliques a los hombres lo que se les ha revelado.
Quizás,, así, reflexionen.
Esquiva a la gente por vergüenza de lo que se le ha anunciado, preguntándose si
lo conservará, para deshonra suya, o lo esconderá bajo tierra... ¡Qué mal
juzgan!
Si Alá tuviera en cuenta la impiedad humana, no dejaría ningún ser vivo sobre
ella. Pero los retrasa por un plazo determinado y, cuando vence su plazo, no
pueden retrasarlo ni adelantarlo una hora.
Atribuyen a Alá lo que detestan y sus lenguas inventan la mentira cuando
pretenden que les espera lo mejor. ¡En verdad, tendrán el Fuego, e irán los
primeros!
¡Por Alá!, que antes de ti hemos mandado enviados a comunidades. Pero el Demonio
engalanó las obras de éstas y hoy es él su amigo. Tendrán un castigo doloroso.
Y en los rebaños tenéis motivo de reflexión. Os damos a beber del contenido de
sus vientres, entre heces y sangre: una leche pura, grata a los bebedores.
De los frutos de las palmeras y de la vides obtenéis una bebida embriagadora y
un bello sustento. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que razona.
Comed de todos los frutos y caminad dócilmente por los caminos de vuestro
Señor». De su abdomen sale un líquido de diferentes clases, que contiene un
remedio para los hombres. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que
reflexiona.
Alá os ha creado y luego os llamará. A algunos de vosotros se les deja que
alcancen una edad decrépita, para que, después de haber sabido, terminen no
sabiendo nada. Alá es omnisciente, poderoso.
Alá os ha favorecido a unos con más sustento que a otros; pero aquéllos que han
sido favorecidos no ceden tanto de su sustento a sus esclavos que lleguen a
igualarse con ellos. ¿Y rehusarán la gracia de Alá?
Alá os ha dado esposas nacidas de vosotros. Y, de vuestras esposas, hijos
varones y nietos. Os ha proveído también de cosas buenas. ¿Creen, pues, en lo
falso y no creerán en la gracia de Alá?
Alá propone un símil: un esclavo, propiedad de otro, incapaz de nada, y un
hombre a quien Nosotros hemos proveído de bello sustento, del que da limosna, en
í secreto o en público. ¿Son, acaso, iguales? ¡Alabado sea Alá! Pero la mayoría
no saben.
Alá propone un símil: dos hombres, uno de ellos mudo, incapaz de nada y carga
para su dueño; le mande adonde le mande, no trae ningún bien. ¡Son iguales este
hombre y el que prescribe la justicia y está en una vía recta?
A Alá pertenece lo oculto de los cielos y de la tierra. La orden que anuncie la
Hora no será sino como un abrir y cerrar de ojos, o más breve. Alá es
omnipotente.
Alá os ha hecho de vuestras viviendas un lugar habitable. De la piel de los
rebaños os ha hecho tiendas, que encontráis ligeras al trasladaros o al acampar.
De su lana, de su pelo y de su crin, artículos domésticos para disfrute por
algún tiempo.